Segunda escapada a tierras oscenses en menos de un año. Si en aquella ocasión visitamos los Valles de Echo y Anso, ahora le tocaba el turno al Valle de Tena. De camino a nuestro destino (Panticosa) paramos a comer en el Restaurante Casbas en la pequeña y curiosa localidad de Senegüé (ubicada sobre lo que fue la morrena terminal de un glaciar). Disponían de dos tipos de menú y carta pero a mí en particular me llamó la atención el tradicional, que anunciaba la 'Ollada'
El primer plato de este contundente menú era la Sopa de calabaza, con arroz, jamón y costilla de cerdo, un gran reconstituyente al que le iba a acompañar un tremendo y calórico segundo. Mi Sra, con el cuerpo no dado a tamaños homenajes se decantó por un plato único de la carta, una muy rica crema de garbanzos con jamón.
Y esto que veis es el potente segundo de la 'Ollada': Albóndigas en su jugo con morcilla y con longaniza y que se yo. El aspecto no es de lo más agradable pero el sabor era casero, casero
De postre rechazamos los melocotones con vino del menú y nos ofrecieron unas excelentes natillas con torrijas que no dieron tiempo a ser retratadas. Para acompañar a los cafés, estas deliciosas galletas de mantequilla caseras.
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